*
Tenderemos el mantel sobre la hierba
en el límite de las flores.
Y no será la ausencia
Toma mi mano en la cabecera de miel.
*
A tu misterio de nieblas
no atino silencios.
Olvidé alcanzar tus pasos de arena.
*
Dejaré reposar la noche calma
y sobre el mantel pondrás
tu mano blanca.
Ya no estás en mis noches
iré a buscarte padre.
*
Hoy es Navidad
sobre el mantel pondrás
tus blancas manos,
tu rostro de humo
habitarán todos mis gestos.
*
María T.
jueves, 22 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
Pacto
.
En un pacto ofrecido por tus manos
indefensa reposa nuestra noche.
Resiste el débil vértigo la piel.
Me debato entre tu boca y tu nombre
Cómo sumar tu música a los días?
Muerdes sin sed el calor de la espera
la riqueza del verbo.
Para entender
hay que saber
amarte.
.
María.T
En un pacto ofrecido por tus manos
indefensa reposa nuestra noche.
Resiste el débil vértigo la piel.
Me debato entre tu boca y tu nombre
Cómo sumar tu música a los días?
Muerdes sin sed el calor de la espera
la riqueza del verbo.
Para entender
hay que saber
amarte.
.
María.T
lunes, 12 de diciembre de 2011
La hora quieta
*
La curva de la pena trae la tarde
donde esparce promesas ataviadas.
Conmino a la osadía;
huellas inscriptas en el fuego,
río de orillas de barro.
Regreso a seducir a los océanos
a la hora quieta donde,
las olas me apuñalan de distancias.
No insistiré en quedarme
cuando el rojo horizonte
disuelva la mirada
en que te busco.
*
María T.
viernes, 2 de diciembre de 2011
No regresaré al sur
.
Entre las ramas de la luna trémula
las fugitivas nubes sobre el charco.
Oscilan astros lábiles, tus ojos.
En tu regazo azul yacen las sombras
en las hojas perennes anochece.
Hay lástima en el grito del cordero.
.
No regresaré al sur
donde silban los montes
y la tarde iracunda.
.
Hasta la orilla de tu sueño, flores.
.
Bajo el humo la noche del invierno,
tristeza en la fatiga de la tarde.
Desolada tu ausencia.
.
María T.
Entre las ramas de la luna trémula
las fugitivas nubes sobre el charco.
Oscilan astros lábiles, tus ojos.
En tu regazo azul yacen las sombras
en las hojas perennes anochece.
Hay lástima en el grito del cordero.
.
No regresaré al sur
donde silban los montes
y la tarde iracunda.
.
Hasta la orilla de tu sueño, flores.
.
Bajo el humo la noche del invierno,
tristeza en la fatiga de la tarde.
Desolada tu ausencia.
.
María T.
viernes, 25 de noviembre de 2011
Estrategia
.
Tanta piel bajo el deseo.
Seré honesta en los bordes de tu cuerpo
y bajo tu mejilla,
donde niego lágrimas.
No quiero otro paisaje:
que la madrugada en tu pecho.
La más grande soledad
ya no tiene sentido.
Habito entre tu sueño.
Te invito a vaciar al mundo de ausencias.
Es mi estrategia más temible
dormir, en tu idioma perfecto.
.
María T.
Tanta piel bajo el deseo.
Seré honesta en los bordes de tu cuerpo
y bajo tu mejilla,
donde niego lágrimas.
No quiero otro paisaje:
que la madrugada en tu pecho.
La más grande soledad
ya no tiene sentido.
Habito entre tu sueño.
Te invito a vaciar al mundo de ausencias.
Es mi estrategia más temible
dormir, en tu idioma perfecto.
.
María T.
jueves, 24 de noviembre de 2011
La ruta de lo pájaros...
.
La ruta de los pájaros
conoce los matices de las nubes.
Se fatiga la tarde;
desmiente la quietud de la tormenta,
la pasión de los juncos y del viento.
Ese querer nombrarte a la deriva
como en un grito mudo
entre el hombre y la tierra.
.
María. T.
La ruta de los pájaros
conoce los matices de las nubes.
Se fatiga la tarde;
desmiente la quietud de la tormenta,
la pasión de los juncos y del viento.
Ese querer nombrarte a la deriva
como en un grito mudo
entre el hombre y la tierra.
.
María. T.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Tinta
.
Disolveré la tinta de los verbos
Y con los trazos mudos
allano al horizonte con tu imagen.
Entre el reflejo y la infinita tarde,
vaciaré mi coraje.
Y todo se sucede:
un feroz movimiento.
Acaso no quisiera la sequía,
ni la sed, ni tu nombre.
.
María T.
Disolveré la tinta de los verbos
Y con los trazos mudos
allano al horizonte con tu imagen.
Entre el reflejo y la infinita tarde,
vaciaré mi coraje.
Y todo se sucede:
un feroz movimiento.
Acaso no quisiera la sequía,
ni la sed, ni tu nombre.
.
María T.
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