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En un pacto ofrecido por tus manos
indefensa reposa nuestra noche.
Resiste el débil vértigo la piel.
Me debato entre tu boca y tu nombre
Cómo sumar tu música a los días?
Muerdes sin sed el calor de la espera
la riqueza del verbo.
Para entender
hay que saber
amarte.
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María.T
El amor en todas sus variantes, es buen principio para estas fiestas, y tal y como lo describes no hay otra forma mejor.
ResponderEliminarTe deseo la felicidad del amor para todo el nuevo año.
bssoss.
gracias Spaghetti, también te deseo lo mejor!
ResponderEliminaremily1
Mi querida bonaerense, tus palabras siempre están llenas de ecos del pasado, siempre envueltas en ese halo marchito de pesadez herrumbrosa que yo adoro hasta llegar a un punto obsesivo, delirante y placentero.
ResponderEliminarMe encanta volver en días oscuros y encontrarme un pacto tan maravilloso como el que ofreces en estos versos. Me gusta que estés aún cuando los almendros florecen a miles de kilómetros de distancia de mis retinas, y verlos abrir sus pequeñas flores claras adornando un escarpado polvoriento sueño patagónico.
Hoy, al fin, me atreví a dejar atrás la nostalgia de mis madrugadas y volver a tus poesías, me resultan tan familiares… “Muerdes sin sed el calor de la espera / la riqueza del verbo.” Hay tanta pena en tan pocas palabras, mi querida amiga. Tantas formas de acariciar un instante que las palabras parecen inútiles…
Te sigo esperando mi querida amiga. Sabes que no lograrás deshacerte de mi, ni de la intensidad que te atormenta como esas olas del mar que golpean violentamente el descanso de un vetusto acantilado: “Para entender, hay que saber amarte”.
Saludos.