miércoles, 22 de junio de 2011

Tropilla
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Entró la noche, tropel de caballos
derribando suspiros.
Venían surcando sueño
sobre sus frentes, partidas estrellas
envueltos en sudores y lágrima
su fuga como río.
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Entró la noche, montando relinchos
galopando dolor en desierto barranco
espantando pena en vuelo de olvido
pisoteando furia en vientos de brío.
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Entró la noche a galope, oí su relincho
a rienda suelta ya mis suspiros
venían con luceros en sus frentes
y ojos de desvarío.
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Llegó la noche como tropel
y todo fue silencio infinito
atravesando mantos de niebla
y seco lecho de río.
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María T.

5 comentarios:

  1. mmmmm...

    Realmente bueno; probablemente todo esto sea un destino.

    Las noches son bellas, no hay más que saborear tus palabras. Me recuerdan a una batalla con miles de guerreros furiosos cargados de ira y rabia, a andanadas de lágrimas recorriendo las mejillas raídas de tiempo. La caballería sobre el cuerpo, trotando, sacudiendo el polvo de los poros, abriendo brechas insalvables entre el hoy y el ayer y haciendo inalcanzable, a la vista, el futuro. Todo ello es como un sueño irreal que se cuela en las madrugadas en que, cercado por el contexto oscuro de la luna, las horas parecen ramos de rosas rojas que se transforman en la llamade unos labios llenos de infinidad y versos infectados de realidad. ¡Maravilloso!

    Galie Galera

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  2. Galie tu comentario es casi un bello poema!
    gracias
    emily1

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  3. Las mujeres apasionadas por la vida, luchadoras, por el bienestar y la libertad siempre deberían tener un estrado en el que alzarse ante la tiranía de quienes pretenden ocultar sus sentimientos.

    Este poema me ha hecho sentir agradables emociones y valoro la manera.

    ¡Gracias emily1!

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  4. PoetaVerdamir me alegro un montón que te haya gustado, gracias por pasar por acá!

    emily1

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